Hace unos meses me reuní con una organización sin fines de lucro que ayuda al campo por medio de semillas mejoradas genéticamente. Su inquietud fue, ¿por qué si soy una organización sin fines de lucro, debería estar preocupada por la propiedad intelectual o generar una patente? Nosotros no queremos monopolizar nuestras investigaciones, al contrario queremos que estén al alcance de todos.
Pues bien, aunque es cierto que al pensar en la propiedad intelectual (PI) como patentes, automáticamente pensamos en un monopolio, la realidad es que una de sus grandes ventajas es favorecer el crecimiento tecnológico y el desarrollo de innovaciones.
Si esto no te dice mucho, debes saber que como inventor o investigador, el contar con una protección por patente por ejemplo, también te ayuda para decidir quién sí y quién no puede explotar tu invento. De esta manera puedes autorizar que una comunidad lo explote, use o comercialice libremente, mientras que una empresa te paga las regalías por la explotación de tu desarrollo, asignándote un precio justo por el valor de tu invento.
La propiedad intelectual también evita que otra persona explote o comercialice tu desarrollo sin tu consentimiento. De esta manera impides que otra persona o empresa explote tu invento de forma negativa, o lo haga para lo que no fue diseñado. Por ejemplo, no podrían monopolizar el mercado, ya que si posees esta protección, ellos no podrían solicitarla, tampoco adueñarse de tu invento.
Además una protección por patente, modelo de utilidad u otra, es un incentivo para que inversionistas se decidan a apostar por tu investigación. Como le ocurrió a Arthur Zang de Camerún, quien inventó cardiopad®, un dispositivo tipo tableta electrónica que funciona como un electrocardiograma, además envía los datos a un cardiólogo que puede estar a kilómetros de distancia, teniendo resultados y opiniones médicas al instante.
Cardiopad, cuenta con una patente y fue diseñado para llegar a zonas poco accesibles de África. Gracias a que ahora tiene valor comercial, se ha facilitado su alcance hacia un mayor número de comunidades1. Cardiopad es prueba del éxito de una patente en un emprendimiento social.
Otro caso de éxito es Ener-Chia, que son estufas de leña ecológicas. Esta increíble innovación fue desarrollada por investigadores y estudiantes de la Universidad de Chiapas, México. Actualmente cuenta con una protección por modelo de utilidad, y entre sus ventajas se encuentran que, tiene un ahorro de leña hasta del 70%, alcanza los 400 grados centígrados en quince minutos y es un modelo compacto que lo hace diferente de otras estufas.
Para el 2019 Ener-Chia logró que más de 3000 hogares de comunidades rurales tuvieran esta estufa a un precio muy bajo. 2
Recuerda que con una correcta estrategia de protección para tu investigación, las reglas del juego las pones tú y esta estrategia debe ser utilizada y explotada en aras del desarrollo.
Si tienes más dudas sobre la importancia de la propiedad industrial en tus investigaciones podemos ayudarte.
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